lunes, 8 de septiembre de 2008

La Victoria

El esfuerzo, os lo juro, merece la pena. La constancia, el trabajo y el sacrificio son los mejores ingredientes para gestar una victoria. Todo merece la pena cuando eres tú y es tu vida y es tu esfuerzo el que va en ello. Aunque sea conseguirlo por los pelos vive Dios que no hay mayor victoria que la sufrida y la llorada, la ganada con el ansia y el empeño que sólo ponen los que saben que no han nacido con ningún don especial. Es el orgullo de estar donde cada uno se merece. Es la victoria de los que creen en sí mismos a pesar de todo y de todos. Y es la victoria de los que siempre están ahí.

1 comentarios:

José Ramón Suárez Ortiz dijo...

Olvida a Pérez-Reverte.

P.S. Por tu bien.