martes, 27 de febrero de 2007

La Cobardía

Dice la guapísima Elena Anaya -por boca de Angélica de Alquézar- en Alatriste que la traición es una mancha que nunca envejece. A mi juicio algo parecido le pasa a la cobardía, que ni envejece ni caduca, sino que uno tiene que aceptarla y adaptarse a convivir con ella para siempre. A los celosos les pasa absolutamente igual. O se es celoso o no se es celoso. No vale el ahora sí, ahora no. En consecuencia, la cobardía es algo que está ahí, que no cambia, que puede ser enmascarada en ocasiones, como el que es rubio o moreno, pero que siempre perdura en lo profundo. Por ello ruego que se piensen dos veces antes de llamarle cobarde a alguien. Y no olviden que -con razón o sin ella- los están etiquetando de por vida.

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