Aquí nadie me entiende

¿Saben? Es raro, pero aquí nadie comprende que el Domingo de Ramos me espera una bacalá en la revirá de Santiago. Que soy feliz esa mañana, igual que todas las mañanas que estoy en Almería, pero quizás esa un poquito más. Aquí, en Pamplona, lejísimos de los ensayos, de los cultos y de aquella tarde en la tetería no comprenden que es inconcebible un examen la tarde del Lunes Santo, porque esa tarde me espera Granada y su Consolación que se estrena como deben estrenarse todas las Vírgenes. Que me pierdo demasiado si después de un año me dejan sin todo esto.

PD: Ellos no lo comprenden... Igual que no comprenden que no estoy hecho para echarte tanto de menos.