
Dicen que lo que bien empieza, bien acaba. De modo que habrá que mojarse un poco para comenzar bien la empresa. Así que este blog despega citando a
Sabina:No me puso nadie un cuchillo en el pecho,
igual que un chiquillo el anuzuelo mordí,
la vida a tu carta aposté por derecho,
mira lo que han hecho tus besos de mí.
No puedo decir que no estaba advertido,
cerré los oídos y ahora me veo
probando el amargo sabor del olvido
entre los escombros que deja el deseo.
(Extracto de Más me hubiera valido)
No parece mal comienzo aunque no explique, en sí, el por qué y el para qué de este blog. Para explicarlo bastarán las futuras entradas de este espacio. Y que ustedes lo disfruten.
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