El Conocer(se)

Yo no soy alguien digno de conocer. Al menos ya no. O mejor dicho: siempre quise ser alguien digno de conocer y he dejado de intentarlo sin conseguirlo. Ahora soy huraño, esquivo, me he vuelto introvertido y no aspiro a conversaciones interesantes con nadie. Me he perdido en mi propio sueño, me he perdido buscando ser alguien para tí pero ya lo he dado por perdido. Ya no soy agradable, no soy simpático ni afable, y no creo que nadie aspire a salir a la calle para encontrarse conmigo. Ya no pretendo agradar a nadie con mis versos ni quiero que nadie encuentre en mí eso que no consiguió encontrar en nadie más. Se ha acabado todo ese juego. Siento ser yo quien arroje la toalla. Pero es hora de que caigas en la cuenta de que no me merezco ser conocido por tí.